viernes, 5 de octubre de 2012

Como mi primera vez





Llegando a la universidad Nacional de Bogotá, me encontraba en busca de un ingeniero que estuviera muy embebido con respecto al tema de la robótica. Entre por la parte de la Avenida 30, exactamente por la estación del Transmilenio “U. Nacional”; mi primera perspectiva sobre este lugar fueron unos carteles que decían en la mayoría de ellos “Cambia el miedo por el respeto”. 
Comencé a caminar sin rumbo alguno porque no había tenido la oportunidad de conocer esta universidad, entonces, en seguida empecé a preguntar por el departamento de ingeniería, medianamente me ubicaron y logre llegar a un edificio donde solo habían aulas y allí pude hablar con un profesor de física que me dio varios nombres de personas que eran perfectas para lo que yo necesitaba. 
Y si precisamente me acerque a ese departamento y llegue a una oficina de profesores, pero lastimosamente no se encontraba el señor que me habían recomendado, entonces no hallé otra forma que seguir preguntando. De inmediato me informaron de otra persona, el ingeniero Pedro Cárdenas, golpee en la puerta de su oficina y… me respondieron en seguida con un- siga- sin dudarlo ingrese y le comente sobre la razón de mi visita. 
A lo que el respondió, cuando le conté que era para una entrevista- que no tenia tiempo en el momento pero que podríamos cuadrar una cita para que a los dos nos quedara un buen tiempo y poder desarrollar la dicha entrevista. Llegando a un acuerdo que fuera el siguiente día en horas de la tarde. 
Al siguiente día llegue puntual a la cita con el ingeniero, el me recibió cordialmente, la entrevista empezó y de una muy buena forma. Duramos 20 minutos y finalizada la entrevista nos dirigimos hacia los laboratorios donde estaban estudiantes poniendo en práctica lo que aprenden día a día, luego de esto nos despedimos y quede con una gran experiencia en mi vida, “el mundo de la robótica”.

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